miércoles, 27 de mayo de 2015

EL EMPERADOR FOCAS, PARECIDO A MUCHOS GOBIERNOS DEL ECUADOR



RESEÑA DEL ASCENSO AL PODER, GOBIERNO Y DERROCAMIENTO DEL EMPERADOR FOCAS
Flavio Nicéforo Focas Augusto fue Emperador del Imperio Romano de Oriente entre los años 602 al 610, llegó al poder luego de derrocar violentamente a su predecesor Mauricio y a la vez su gobierno fue derrocado aún con más violencia por su sucesor Heraclio.
Posiblemente Focas fue nativo de Tracia y se especula nació cerca el 547. Se dedicó a la vida militar y hacia el año 600 era oficial de bajo rango en el ejército que prestaba sus servicios en los Balcanes. Obtuvo cierto liderazgo entre las tropas, posiblemente empleando discursos de carácter populista y llegó a ser electo miembro de una delegación enviada a Constantinopla para exponer sus quejas ante la comandancia de Comenciolo en los Balcanes. En el contexto de ese entonces los ávaros vencieron a los bizantinos en los Balcanes en el año 598 y exigieron un rescate luego de tomar un número considerable de prisioneros. El Emperador Mauricio, que seguía una estricta política de ahorro se negó a acceder al chantaje de los ávaros. Por supuesto los prisioneros fueron asesinados y la indignación del ejército fue total. En el año 602 aumentó el disgusto de las tropas por las reformas a los gastos en su mantenimiento. La orden dada por Mauricio de que el ejército pase el invierno al norte del Danubio provocó una rebelión y el ejército sublevado marchó hacia Constantinopla con la clara idea del derrocamiento de Mauricio.
Mauricio fue incapaz de mantener el orden por lo que abdicó y huyó estableciéndose en Nicomedia, guardando refugio en un monasterio. Focas ingresó pomposamente en la ciudad llevado por cuatro caballos blancos y fue aclamado Emperador sin mayores dificultades ya que contaba con el apoyo de las tropas (más no de los oficiales), claro contaba a la vez con el apoyo de sector civil que se veía impedido de enriquecerse por las estrictas políticas financieras de Mauricio.
El nuevo Emperador fue coronado en la Iglesia de San Juan el Bautista y su esposa Leontia obtuvo la dignidad de Augusta. El primer decreto del Focas fue ordenar el asesinato de Mauricio, quien fue atrapado en donde se refugió antes de poder huir a Persia (buscaba refugiarse en Persia con su amigo Cosroes II, a quien ayudó a tomar el poder tomando parte de una guerra civil persa por el establecimiento de una nueva dinastía) Mauricio fue asesinado junto a sus cinco hijos; las cabezas de todos los miembros de la familia de fueron exhibidas en Constantinopla.
El gobierno de Focas en su inicio fue bien recibido ya que redujo los impuestos (una medida que con el solo hecho de ser anunciada provoca simpatía, esto a pesar de que las reducciones sean insignificantes) Focas creyó que su gobierno se legitimaba por el apoyo del Papa Gregorio I, quien lo elogió por haber aceptado sus reformas en Italia y Sicilia donde nombraba administradores de los latifundios para eliminar a los contratistas que reducían a la miseria a los campesinos.  Lamentablemente Focas consideró este apoyo era más que suficiente y no necesitaba del clero bizantino, su primer gran error.
Recordamos este momento, Focas fue el primer Emperador de Bizancio (y el primer romano desde tiempos de Constantino, aclarando que los bizantinos hasta el final de sus días se consideraban como el Imperio Romano) que llegó al poder por un motivo distinto del apoyo popular o la herencia, por lo tanto fue calificado de golpista y populista, por lo tanto inicialmente tuvo la antipatía de la aristocracia bizantina y de los sectores cultos.
Focas cedió el Panteón de Agripa al Papa Bonifacio IV para su uso como Iglesia e intervino para restaurar a Esgamardo en el Exarcado de Ravena. Por lo bien que caía Focas en Roma erigieron la Columna de Focas, que viene a ser el último monumento imperial erigido en el foro romano. En aquel entonces los bizantinos en teoría dominaban Roma aunque el papa era la verdadera autoridad, autoridad que desconocía relaciones con el clero bizantino. Focas apoyó abiertamente al Papa en muchas de las controversias teológicas de la época, ganándose de esta manera la antipatía del clero bizantino que lo rodeaba y más aún, la antipatía de los monofisitas en Asia.
Inmediatamente a la caída de Mauricio, Cosroes II aprovechó la oportunidad para romper los tratados de paz y atacar las fronteras bizantinas. Los avances de Cosroes II fueron impresionantes y tuvo todas las facilidades en Asia y Egipto, ya que los perseguidos monofisitas se negaron a apoyar a Focas que no los reconocía como ciudadanos con iguales derechos que los católicos (la versión romana del cristianismo), en cierta forma consideraban a los invasores persas como libertadores.
Por el lado de los Balcanes el ejército que acompañó a Focas a tomar el poder abandonó sus puestos, con lo cual los bárbaros se sintieron animados a atacar y pronto llegarían a Atenas, saquearían las ciudades griegas y provocarían la indignación popular.
Cosroes II apoyó al General Bizantino Narcés que se negaba a reconocer a Focas y en su expedición conquistó el norte de Mesopotamia y al año 607 ya se encontraba en el Eufrates.
Ante todo esto, en el año 608 en Exarcado de Cártago se rebeló con Heraclio a la cabeza y desde el norte de África se dirige a Constantinopla para derrocar a Focas. En el año 610 las tropas rebeldes ingresan en la capital y nombran al hijo de Heraclio, que se llamaba como él: Emperador. Focas fue ejecutado, su cuerpo mutilado y arrastrado por la ciudad.
El jesuita Horaclio Turselino, resume en las siguientes palabras la muerte de Focas; Turselino (1756, ps. 236-237):
Le dio Heraclio batalla, y habiendo vencido y aprisionado, le cargó de cadenas, y le puso los pies sobre la cerviz, para domar la fiereza brutal que conservaba todavía en su infeliz estado de cautivo. En fin, después de haberle servido de juguete, le hizo eunuco, para castigar más sensiblemente sus infames desenvolturas, y después le hizo cortar la cabeza”

BIBLIOGRAFIA
Asimov, I. (1982). Constantinopla, el imperio olvidado. Madrid: Alianza Editorial
Bréhier, L. (1956). Las instituciones del Imperio Bizantino. México: Uteha.
Bréhier, L. (1956). Vida y muerte de Bizancio. México: Uteha.
Clinton, H. (1853). An Epitome of the Civil and Literary Chronology of Rome and Constantinople, from the death of Augustus to the death of Heraclius. Oxford.
Turselino, H. (1756). Compendio de Historia Universal. Madrid.

1 comentario:

  1. Parecen los tiempos modernos... La historia se ha repetido en alguno de nuestros últimos presidentes...

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