RESEÑA
DEL ASCENSO AL PODER, GOBIERNO Y DERROCAMIENTO DEL EMPERADOR FOCAS
Flavio
Nicéforo Focas Augusto fue Emperador del Imperio Romano de Oriente entre los
años 602 al 610, llegó al poder luego de derrocar violentamente a su predecesor
Mauricio y a la vez su gobierno fue derrocado aún con más violencia por su
sucesor Heraclio.
Posiblemente
Focas fue nativo de Tracia y se especula nació cerca el 547. Se dedicó a la
vida militar y hacia el año 600 era oficial de bajo rango en el ejército que
prestaba sus servicios en los Balcanes. Obtuvo cierto liderazgo entre las
tropas, posiblemente empleando discursos de carácter populista y llegó a ser
electo miembro de una delegación enviada a Constantinopla para exponer sus
quejas ante la comandancia de Comenciolo en los Balcanes. En el contexto de ese
entonces los ávaros vencieron a los bizantinos en los Balcanes en el año 598 y
exigieron un rescate luego de tomar un número considerable de prisioneros. El
Emperador Mauricio, que seguía una estricta política de ahorro se negó a acceder
al chantaje de los ávaros. Por supuesto los prisioneros fueron asesinados y la
indignación del ejército fue total. En el año 602 aumentó el disgusto de las
tropas por las reformas a los gastos en su mantenimiento. La orden dada por
Mauricio de que el ejército pase el invierno al norte del Danubio provocó una
rebelión y el ejército sublevado marchó hacia Constantinopla con la clara idea
del derrocamiento de Mauricio.
Mauricio
fue incapaz de mantener el orden por lo que abdicó y huyó estableciéndose en
Nicomedia, guardando refugio en un monasterio. Focas ingresó pomposamente en la
ciudad llevado por cuatro caballos blancos y fue aclamado Emperador sin mayores
dificultades ya que contaba con el apoyo de las tropas (más no de los
oficiales), claro contaba a la vez con el apoyo de sector civil que se veía
impedido de enriquecerse por las estrictas políticas financieras de Mauricio.
El
nuevo Emperador fue coronado en la Iglesia de San Juan el Bautista y su esposa
Leontia obtuvo la dignidad de Augusta. El primer decreto del Focas fue ordenar
el asesinato de Mauricio, quien fue atrapado en donde se refugió antes de poder
huir a Persia (buscaba refugiarse en Persia con su amigo Cosroes II, a quien
ayudó a tomar el poder tomando parte de una guerra civil persa por el
establecimiento de una nueva dinastía) Mauricio fue asesinado junto a sus cinco
hijos; las cabezas de todos los miembros de la familia de fueron exhibidas en
Constantinopla.
El
gobierno de Focas en su inicio fue bien recibido ya que redujo los impuestos
(una medida que con el solo hecho de ser anunciada provoca simpatía, esto a
pesar de que las reducciones sean insignificantes) Focas creyó que su gobierno
se legitimaba por el apoyo del Papa Gregorio I, quien lo elogió por haber
aceptado sus reformas en Italia y Sicilia donde nombraba administradores de los
latifundios para eliminar a los contratistas que reducían a la miseria a los
campesinos. Lamentablemente Focas
consideró este apoyo era más que suficiente y no necesitaba del clero bizantino,
su primer gran error.
Recordamos
este momento, Focas fue el primer Emperador de Bizancio (y el primer romano
desde tiempos de Constantino, aclarando que los bizantinos hasta el final de
sus días se consideraban como el Imperio Romano) que llegó al poder por un
motivo distinto del apoyo popular o la herencia, por lo tanto fue calificado de
golpista y populista, por lo tanto inicialmente tuvo la antipatía de la
aristocracia bizantina y de los sectores cultos.
Focas
cedió el Panteón de Agripa al Papa Bonifacio IV para su uso como Iglesia e
intervino para restaurar a Esgamardo en el Exarcado de Ravena. Por lo bien que
caía Focas en Roma erigieron la Columna de Focas, que viene a ser el último
monumento imperial erigido en el foro romano. En aquel entonces los bizantinos
en teoría dominaban Roma aunque el papa era la verdadera autoridad, autoridad
que desconocía relaciones con el clero bizantino. Focas apoyó abiertamente al
Papa en muchas de las controversias teológicas de la época, ganándose de esta
manera la antipatía del clero bizantino que lo rodeaba y más aún, la antipatía
de los monofisitas en Asia.
Inmediatamente
a la caída de Mauricio, Cosroes II aprovechó la oportunidad para romper los
tratados de paz y atacar las fronteras bizantinas. Los avances de Cosroes II
fueron impresionantes y tuvo todas las facilidades en Asia y Egipto, ya que los
perseguidos monofisitas se negaron a apoyar a Focas que no los reconocía como
ciudadanos con iguales derechos que los católicos (la versión romana del
cristianismo), en cierta forma consideraban a los invasores persas como libertadores.
Por
el lado de los Balcanes el ejército que acompañó a Focas a tomar el poder
abandonó sus puestos, con lo cual los bárbaros se sintieron animados a atacar y
pronto llegarían a Atenas, saquearían las ciudades griegas y provocarían la
indignación popular.
Cosroes
II apoyó al General Bizantino Narcés que se negaba a reconocer a Focas y en su
expedición conquistó el norte de Mesopotamia y al año 607 ya se encontraba en
el Eufrates.
Ante
todo esto, en el año 608 en Exarcado de Cártago se rebeló con Heraclio a la
cabeza y desde el norte de África se dirige a Constantinopla para derrocar a
Focas. En el año 610 las tropas rebeldes ingresan en la capital y nombran al
hijo de Heraclio, que se llamaba como él: Emperador. Focas fue ejecutado, su
cuerpo mutilado y arrastrado por la ciudad.
El
jesuita Horaclio Turselino, resume en las siguientes palabras la muerte de
Focas; Turselino (1756, ps. 236-237):
Le dio Heraclio batalla, y habiendo vencido
y aprisionado, le cargó de cadenas, y le puso los pies sobre la cerviz, para
domar la fiereza brutal que conservaba todavía en su infeliz estado de cautivo.
En fin, después de haberle servido de juguete, le hizo eunuco, para castigar más
sensiblemente sus infames desenvolturas, y después le hizo cortar la cabeza”
BIBLIOGRAFIA
Asimov,
I. (1982). Constantinopla, el imperio olvidado. Madrid: Alianza Editorial
Bréhier,
L. (1956). Las instituciones del Imperio Bizantino. México: Uteha.
Bréhier,
L. (1956). Vida y muerte de Bizancio. México: Uteha.
Clinton, H. (1853).
An Epitome of the Civil and Literary Chronology of Rome and Constantinople,
from the death of Augustus to the death of Heraclius. Oxford.
Turselino,
H. (1756). Compendio de Historia Universal. Madrid.
Parecen los tiempos modernos... La historia se ha repetido en alguno de nuestros últimos presidentes...
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